La magia del descubrir

Estamos inmersos en la época de las inteligencias artificiales, algoritmos y digitalización.

Ellos nos están aportando innegables beneficios, de los cuales hablare en un futuro artículo, asi como el impacto que ello ha resultado en los individuos y la sociedad

Sin embargo, me es necesario recalcar algo que a primera vista pueda parecer nimio o insignificante, pero que, dado como soy a la reflexión, encontré sus implicaciones más profundas.

Como ávido lector, cuento con mi lista de libros pendientes además del buen algoritmo de amazon y la inteligencia artificial de Readow.ai.

Sin embargo, estas herramientas no están bajo mi control total. Sus algoritmos parecen decidir por mí, inmiscuyéndose en mis gustos, preferencias, lecturas anteriores o mis anteriores búsquedas.

Desde que soy consciente de ello, he implementado un hábito, de momento anual, que consiste en visitar una librería, a la antigua usanza.

Cuando entro, dejo prejuicios y abro la mente, permitiendo sincronizarme con los libros. 

Leo las portadas y dejo que los propios libros se iluminan, se muestren, que me llamen sus títulos, sus portadas, que me enamoren.

Gracias a este nuevo hábito, he descubierto este año ya por segunda vez, varios libros que no hubieran llegado a mis manos de otra forma, libros que me han hecho abrir mi mente, explorar temas que no conocía.

La experiencia de ir a la librería es como descubrir aquello que desconocemos, pero queremos saber.

Se trata de una aventura, frente al inconmensurable universo de conocimientos, dejándonos sorprender, enamorarnos de todo aquello que está fuera de nuestro conocimiento inmediato o aquellos campos habituales.,

De esta experiencia pude extraer la siguiente reflexión. 

Estamos cada vez más dominados y guiados por otros. Nuestra sociedad ha sido infantilizada, y hemos intensificado nuestro locus de control externo y subyugado nuestro locus de control interno.

Nuestras acciones cada vez son más dirigidas, y cada vez menos autodeterminadas.

Estamos delegando cada vez más nuestra vida en manos de otros que deciden, dejando de lado los aspectos importantes de la vida.

Aspectos como, en este caso concreto, dejarnos descubrir por los libros o cosas tan sencillas como observar los árboles mecerse, o el avance de las nubes en el cielo de verano.

Debemos retomar el control de nosotros mismos, dejarnos sorprender, aburrirnos en la paz y la quietud, y pausar nuestra desenfrenada vida por unos instantes.