Escribo estas líneas tiempo atrás del día de tu partida.
El viaje que acabas de emprender no es más que un paso en tu vida, pero será uno de los movimientos más importantes.
Eres especial, y lo demuestras con tu valor al afrontar esta nueva aventura llena de momentos que recordar, personas que recordar y aprendizajes que adquirir.
Aunque habrá momentos oscuros, pero nunca olvides quien eres.
Eres la rosa capaz de brillar en un campo de zarzas
Eres el faro que nos guía en la soledad del océano
Eres una amiga en quien confiar sin temor a ser juzgados
Tu luz interior es capaz de iluminar los días más sombríos.
Nunca dejes que tu incandescente llama pierda su vigor
En los días lóbregos, recuerda.
Cuando la noche se alza, la misma luna y estrellas nos miran, aunque separados en la distancia.
Cuando el amanecer ascienda, los mismos rayos del sol nos calienta.
Todas las tormentas terminan. Todas.
No estás sola. Estamos contigo.