Este es un tema que puede llevar a confusión si no consigo explicarme con claridad.
Por ello, es necesario que leas hasta el final antes de emitir un juicio.
Se me ha planteado la duda, la cual estoy lejos de resolver.
¿Es el valor de todas las personas el mismo?
Antes de entrar en materia, déjame dejar claro de que no estamos hablando de la vida per sé, si se le puede o no valorar la vida y la muerte. Al contrario, partimos de la premisa de que toda vida tiene el mismo valor. No juzgamos la vida en ese sentido.
Mi propósito es plantear la pregunta de si moralmente, o en potencia, una vida es más valiosa que otra.
Empecemos a cuestionar la premisa con una historia.
Imaginemos que tenemos dos personas en una habitación.
Dos científicos. El primero de ellos, responsable de crear un virus mortal que puede acabar con la humanidad. El segundo de ellos, responsable de crear la cura contra tal virus mortal.
Partimos de la base de que los dos científicos han realizado sus aportaciones libremente y por voluntad propia, no siendo coaccionados ni presionados de ninguna forma.
Repito, no es una cuestión de quién vive y quien muere. Como individuos, sus vidas mantienen la misma importancia
Pero, ¿cómo podemos medir su valor como personas?
La siguiente cuestión a plantear es: ¿en base en qué medimos su valor?
El primer punto que me parece plausible radica en el valor para el resto de la sociedad, en el impacto al resto de la humanidad. Definimos, pues, el impacto en positivo y negativo.
Siendo así, parece que aunque los dos científicos han impactado a una magnitud enorme, aunque cada uno de ellos de una manera diferente.
El científico que creó la cura, impactó de manera positiva en la sociedad, mientras que el creador de la enfermedad impactó de manera negativa.
Desde el punto de vista de la humanidad, el segundo de ellos expresa un gran valor positivo, mientras que el primero lo expresa de forma negativa.
La segunda forma de valoración, que me viene a la mente, es en función de cómo se usa la vida que es entregada. También tiene que ver con el impacto, pero a otra escala.
Imaginemos dos individuos, dos humanos. Una de ellas se dedica a actividades culturalmente no deseadas tales como el robo, el hurto, el chantaje, etcétera.
El segundo de ellos lleva una vida con actividades culturalmente valoradas, como la medicina, ayudar a los demás.
Podríamos decir que en el primer caso, la persona está tirando la vida por la borda, o haciendo un mal uso de ella.
En el segundo caso, se podría decir que está aprovechando su vida.
Por ende, el valor del segundo caso es mayor que el del primero.
En libre con mi libro me gusta tratar temas a veces polémicos, siempre dejándolo abierto para la discusión y el debate. Este es uno de ellos.
Conclusión
¿Qué opinas? ¿Se te ocurren otras maneras de valorar la vida de las personas?
Como frase final y resumen de la idea: “La vida tiene el mismo valor para todos, pero no toda vida es valorada por igual.”