¿Qué es superior, la moralidad o la justicia?
Esta pregunta es planteada en el marco donde evaluamos una acción negativa.
En primer lugar, debemos definir qué es justicia, entendiendo por la justicia impartida por un colectivo hacia un individuo. Estaríamos en el caso de entender la justicia como aquella ejercida por los jueces y el sistema judicial.
En segundo lugar, la moral engloba aquellas normas que establece una sociedad determinada y que afectan al comportamiento de los miembros que la conforman
La moralidad son las normas culturales, valores aceptados socialmente para unas relaciones sociales efectivas. No son de obligado cumplimiento, aunque sí mejoran las relaciones entre los diferentes individuos.
Por último, tenemos la ética, la cual tiene su origen en la individualidad. Son aquellas normas intrínsecas al individuo, nacidas desde la propia reflexión individual.
Justicia
«Lo que debe hacerse de acuerdo a lo razonable, lo equitativo o lo indicado por el derecho»
Por ley, todas las personas que conduzcan un automóvil, deben traer puesto su cinturón de seguridad, por lo que la autoridad (tránsito), tiene el deber de imponer una multa económica contra aquel que no cumpla con este requisito.
Moral
«Conjunto de costumbres y normas que se consideran buenas para dirigir o juzgar el comportamiento de las personas en una comunidad.»
Ceder el asiento a un anciano o mujer embarazada, mentir o decir la verdad o ser responsable.
No hacer trampas practicando un deporte, o ayudar a una persona enferma.
Ética
«La ética es un análisis sistemático y crítico de la moralidad, de los factores morales que guían la conducta humana en una determinada práctica o sociedad.»
El respeto, humildad, o la honestidad.
Derivado de lo anterior, podemos hacer una distinción de la siguiente manera: la justicia y la moralidad pertenecen al ámbito colectivo, y la ética a un ámbito individual.
La moral y la ética son muy próximas, ya que su diferencia fundamental radica en si un principio o acción viene dado por la cultura o por el individuo.
Por ejemplo, el principio de la verdad. Es un principio moral aceptado por las sociedades, pero un individuo a título personal puede estar o no de acuerdo con ella, y ejercerla en consecuencia.
Si la acción de decir la verdad viene “impuesto” por la sociedad, sería un principio moral. Sin embargo, si es una premisa del individuo sobre la que basa sus acciones, sería además, un principio ético del individuo.
Por tanto, la justicia y la moral son normas del colectivo, mientras la ética se encuentra en el plano individual.
Las normas del colectivo son universales en un conjunto de población y acatadas como base en las sociedades actuales.
Sin embargo, las normas éticas se aplican dando un paso más allá, como individuo. Son por tanto, normas ulteriores a las normas culturales.
Partimos y concluimos que la justicia – normas culturales – son siempre la base mínima de actuación, mientras que la moralidad es aplicada por el individuo de manera posterior, pudiendo aplicar o no en función de la ética individual.
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